Digno de culebrón ha sido el parón de casi dos años que han hecho los londinenses Bloc Party. Tras el criticado último álbum Intimacy por su tendencia electrónica y el álbum en solitario, también de rollo electrónico, de su líder Kele Okereke el futuro de la banda no pintó nada claro hasta que los rumores de nuevas grabaciones salieron a la luz.
Con Four dudo que consigan nuevos fans y desde luego los seguidores con los que ya contaban no deben estar muy satisfechos, tras hacer un disco de contenido más bien irregular y solo centrado en cuatro o cinco singles, véase Octopus, Kettling o We are not Good People. El resto de temas son más bien paja, en un intento de alejarse de su sonido electrónico y volver a los inicios, aunque tanta insistencia de riffs y loops de guitarra en bucle cansa. Con un Helicopter ya hubo bastante. (...)
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