5 de noviembre de 2011

Platovacío y Holloys en el Teatre de Lloseta

3-11-11// Teatre Lloseta// 21h// ±65pers.

Holloys. Foto cedida por Sandra Almazán
Cuando la promotora Fonart anunció que Holloys volvían a la isla, lo comentamos entre amigos. Acordándonos de su anterior visita por la isla teloneando a Franz Ferdinand, en el Palma Arena, algunos quedamos en ir a verles de nuevo y otros que lo intentarían, más que nada como ejercicio de nostalgia. Pues ni unos ni otros acabaron dignándose a presentarse al concierto, finalmente. Y parece que esa fue la tónica general entre el resto del público mallorquín, porque el concierto fue casi un evento privado.

Abrieron Platovacío, banda palmesana, formados por un trío no exactamente de powerpop, pero sí pop-rock y con mucha power: sonaron claros, compactos y directos. Las comparaciones son odiosas, pero si no lo suelto reviento. Estos chicos no solo suenan muy bien, si no que además se ven terriblemente seguros sobre un escenario; muchas bandas teloneras de las islas deberían tomar ejemplo, y dejarse de tanto roll y centrarse más en el rock, como ellos.

Cuánta razón tenía su cantante Sergio Ruiz al decir entre canción y canción “Somos pocos, pero buenos”. Seríamos pocos, pero desde luego su directo fue muy meritorio, porque por mucho  que poco antes de acabar dirigiese al público “Vamos a tocar una más, porque estamos muy a gusto aquí tocando” lo cierto es que eramos un público hostil, y cualquier banda podría haberse acobardado.

Jim Brown de Holloys. Foto cedida por Sandra Almazán
En cuanto a Holloys, tengo la sospecha que cuanto más intento describir su música más lejos estoy de sacar algo en limpio. Desde California y con su formación habitual, pero no convencional, de dos baterías, guitarra, teclados y sin uno menos de sus dos bajos, venían con ganas de saltar y hacernos saltar (lástima del público, que no acabó de despertar cuando llegaron), pero llenaron el teatre de sus ritmos eclécticos (rozando el ácid jazz cuando Jim Brown, su cantante, echaba mano de la trompeta) y de ritmos irregulares imposibles, casi a modo de loops pregrabados. Nada más lejos, porque sus dos baterías no fallaron ni un solo golpe. Uno de los dos baterías, Bryan Lee Brown y hermano pequeño de Jim, estuvo quejándose durante gran parte del concierto con sus compañeros, no sabemos si por su condición de cabecilla de la banda o por algun problema técnico.

Para sorpresa de todos, salieron a hacer varios bises, a los que Jim Brown concluyó con sus speech no solo lamentando su nivel de español, si no también su desconocimiento del mallorquín y, haciendo alusión a su anterior visita el mayo del año pasado y los problemas técnicos que sufrieron, dijo que sentían el concierto como una cuenta pendiente para con la isla.
Es de agradecer por su parte, además fue un final bastante tierno. Benditos ellos, y benditos Fonart que los ha vuelto a traer.